DK: Está muy bien garantizar una salario mínimo, pero hoy la vergüenza hace que se fije el máximo.
JA: Eso va de suyo. Es
que es indecente. Cuando alguien dice que gana no sé cuántos millones,
es que es inmoral. Es que usted no los gana, porque no y punto. Hay
cosas que no se pueden discutir.
DK: Usted ha apoyado las
acciones que impulsó el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez
Gordillo, los saqueos a los supermercados. ¿Dónde se le ocurre que
habría que ir a saquear para saciar el hambre cultural?
JA: Primeramente saquear los mercados, porque para poder saquear lo otro hay que comer. Primum vivere deinde philosophari.
A ver, no sé si yo he dado una impresión de que me desentiendo de estas
cosas, pero si no hay ser humano que coma no hay libertad. Yo tuve un
suegro que era el anarquismo viviente. Los dirigentes anarquistas de la
provincia de Córdoba eran todos, casi todos, pequeños propietarios. Es
decir, comían todos los días. Se llamaban jarruqueros, que
eran los que trabajaban para el señorito, pero tenían su propia parcela
con la cual vivían y con lo que ganaba con el señorito, pues, vivían
mejor . Eso le permitía a mi suegro ir al Ateneo
Libertario, haber estudiado violín…Comía y eso es muy importante. Y yo
he defendido a Sánchez Gordillo porque sobre todo ha marcado una señal
cuando la televisión, precisamente, había puesto unos días antes cómo la
gente se peleaba en las puertas falsas de los supermercados por coger
los restos. Eso no escandaliza a nadie, parece ser. Y además, ya hace
falta que a la gente se le meta un zamarreo. Hay que decir algo, hombre,
porque estamos tragando, yo no entiendo la cantidad de cosas que
estamos tragando… Bueno, qué pasa con el yerno del rey, lo que está
pasando con Botín, con los indultos que dan los gobiernos del PSOE y del
PP, con los escándalos económicos, con esos aeropuertos, ¿esto qué es?
Si esto es el desmadre, si esto es para abrir el presidio de Sing Sing… Y
lo vemos como algo natural.
DK: ¿Y usted cree que la crisis es pedagogía?
JA: Sí, la crisis es
pedagogía para decirle a la gente después de muchos años… Me ha pasado
hace un momento: “Oiga, usted, le leí una cosa que publicó en el año 96,
¿usted es profeta?”. No, lo que pasa es que tuve el mejor equipo
económico que hubo en España, empezando por Martín Seco, por varios
catedráticos de universidad, por inspectores de Hacienda, por
inspectores del Banco de España, eran noventa y pico. Y todo el discurso
sobre el euro y sobre lo de Maastricht, entonces se estudiaba, y con
haber leído un poquito se sabía que iba a pasar esto. No hace falta
quedarse en trance y que la divinidad te ilumine. Porque si viéramos las
razones que daban los políticos del PP y del PSOE y los otros, los de
“Conveniencia” i Unio, las razones que daban para defender Maastricht y
la Unión Europea, decías, ¿pero estos son niños? No daban ninguna
económica. Yo he terminado de poner verde a Maastricht con números, me
he bajado de la tribuna y me ido, cuando fumaba, a dar un paseo fumando
por lo que llaman la M-30, el pasillo, y se me han acercado dos
diputados del PP y me han dicho “Llevas razón, Julio, pero en esto hay
que decir que sí”. Esto me ha pasado a mí, y yo les dije, “¿Por qué no
lo decís allí, en la tribuna?” Y al coordinador del área de política
económica, Salvador Llobet, se le acerca Pepe Borrell en el aeropuerto
del Prat y le suelta: “Lleváis razón con la posición ante Maastricht,
pero es que no se puede decir”. Esto pasa así todos los días. No creáis
que cuando van a la tribuna dicen lo que piensan, salvo algunos pocos,
claro y así les va. Si aquello era un bodrio. Felipe González el día 15
de mayo escribe en El País que al construir la moneda económica se
olvidaron cosas y enumera las cinco cosas que dije yo en el debate del
94. ¿De dónde venían esas cinco cosas? Pues venían del Círculo de
Empresarios de Madrid. ¡Lo estaban diciendo! ¿Es que Felipe González o
su gabinete no lo habían leído?
La entrevista completa se puede leer aquí:
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