El poeta Antonio Gamoneda, entrevistado por El País
"Hay
que empezar a actuar desde la pobreza. El Estado del bienestar son tres
palabras. No existe. Hace poco decía la Cruz Roja que ellos ya asisten a 2.300
personas por cuestiones de dependencia o de alimentación. Yo soy un indignado
más, pero disiento de la forma de reivindicar. Partiendo de pequeños núcleos, de
barrios y pueblos, hay que crear una economía y un mercado alternativos en el
que no sean las multinacionales ni las plusvalías las que determinen cómo va a
funcionar la vida de la gente. ¿Conoces el caso de Marinaleda? Es un caso
incompleto, pero muy interesante, de un régimen cooperativo de mercado y de
economía. Con una mínima circulación de dinero, con la desaparición de los actos
consumistas —el primero, el del automóvil—, rehuyendo de las grandes
superficies, promoviendo el intercambio y las cooperativas en núcleos pequeños…
Yo no lo voy a ver, pero creo que es la única alternativa.....
P. ¿Participaría usted en algo así?
R. Por descontado. He tratado de ayudar a un grupo de Gijón en ese sentido.
Desmantelado el Estado del bienestar, hay que superarlo organizando la pobreza.
El sistema está podrido y se acerca a su final.
R. Ya digo, una revolución en el consumo. Empezando por el consumo de petróleo. Si tú manejases la bicicleta, si la gente se concertase para ir al trabajo en un solo coche, si se presionase para que el transporte público funcionara como debe, si se prescindiese de ese signo de vanidad y pobreza mental que es decir: “mi coche es mejor que el tuyo”, el 25% de la revolución estaría hecha.
Estoy de acuerdo con lo que propone, pero los cambios en la esfera del consumo no son suficientes. Son muy importantes y necesarios, por ejemplo, los grupos y cooperativas de consumo agroecológico que defienden un modelo de consumo de proximidad, contrario al actual modelo agroalimentario que imponen las multinacionales y que no tiene en cuenta las necesidades de las personas ni el respeto al ambiente.
ResponderEliminarCambios profundos en la esfera de la producción y en el modelo energético y cambios legales e institucionales también son imprescindibles. No basta con pequeños grupos dispersos y sin coordinar.