Arrasar con el capitalismo, la única salvación para mantener
la dignidad humana. Guía sobre aliados posibles y enemigos seguros
José Iglesias Fernández y Manolo Sáez Bayona - Gentes de Baladre
Por
no haber arrasado con el modelo esclavista de sociedad, todavía mucha gente
padece esclavitud en el mundo. Por no haber arrasado con el feudalismo, todavía
quedan amplios espacios de trabajo servil. Y si no arrasamos pronto con el
capitalismo, la
dignidad de la persona ya está amenazada de acabar en los estercoleros humanos
que dispone el sistema. Porque el capitalismo es barbarie. La avaricia, la
rapiña, el saqueo, el desfalco, el engaño, la desposesión cuando no el robo
descarado, son sus mejores <<virtudes>>. Porque si mencionásemos sus defectos habría que decir que son
los de una
bestia con entrañas, pero insaciables, con sentimientos, pero destructivos.
Se impone demoler la bestia capitalista, o será ella la que nos devore sin
miramientos.
Estas cualidades bestiales del sistema nos llevan a
preguntar: ¿cómo puede ser que menos de 500 familias, incluida alguna real y coronada, puedan ellas solas arruinar el
bienestar de las 44 millones de personas que vivimos en el territorio español? Casi 25 personas de cada
cien son pobres, unos seis millones son parados, numerosos EREs con
despidos anunciados masivos, la mitad de la juventud sin empleo puede ir
pensando en seguir viviendo de los padres convertidos algunos en pensionistas, desahucios
diarios y suicidios (asesinatos provocados por el capital) como consecuencia de
la desesperación. La precariedad de vida campea amenazante sobre toda la población.
Son muchos los que viven del capitalismo:
no sólo los empresarios y banqueros, sino que muchas otras personas y ONGs <<profesionalizadas>> están
sumisamente a las órdenes de las exigencias del mismo. Por lo que, tanto si estudias
o trabajas, eres hombre o mujer, joven o anciano, blanco o negro, nativo o
inmigrante, funcionario (personal sanitario, educativo, administrativo) o
miembro de la población no activa, en cualquiera de estas condiciones,
desconfía del que sea de profesión policía, juez, carcelero, militar, político [1]
(ministros, diputados, senadores, alcaldes), tertuliano [2]
(prensa, radio, TV), asesores del tipo <<felipe, aznar, rajoy,
corinna>>, y otros de la misma fauna y rebaño, que como persona que las
padeces, conozcas. Es momento de decidir quienes son aliados y quienes
enemigos, y actuar en consecuencia.[3]
Por tanto, contra el capitalismo y sus ganapanes
solo nos queda luchar hasta su destrucción final. Los Campamentos Dignidad en Extremadura,
así como en otros lugares del país que irán apareciendo, son una forma más de
expresar nuestra rabiosa intención de acabar con él y con ellos. De aquí que
haya que apoyar a los Campamentos Dignidad incondicionalmente, también pensando que es una
manera de participar en la misma rabia y lucha, dado que frecuentemente la
distancia impide la presencia física en los mismos. Lo que se reivindica en
estos Campamentos
Dignidad es lo mínimo que cualquier sociedad, por serlo, ha de
responder: empleo asalariado permanente y ayudas sociales para aquellas
personas con contingencias que la imposibilitan a mantener un mínimo de
bienestar decente, un mínimo de dignidad humana. Más concretamente, los
Campamentos Dignidad reclaman que la Administración cree suficientes empleos públicos para
luchar contra el paro, la
Renta Básica para combatir la pobreza,[4]
así como otras varias carencias que padecen otros colectivos en la comunidad
extremeña.[5]
Ahora bien, los Campamentos Dignidad
tendrían que ser
ámbitos desde donde se diese impulso a planes de lucha conjunta contra las empresas
capitalistas; el capital no puede quedar exento. Un ejemplo podría
ser el llamado Plan Integral de Lucha Inmediata (PILI), en el que se da prioridad a la reivindicación conjunta de temas
como el agua, el gas, la electricidad, el transporte, la vivienda, la
alimentación y la exención temporal del pago de los impuestos municipales. Los servicios gratuitos
que se reivindican en estos planes para los colectivos en riesgo de pobreza
“conllevan la exigencia de que la aportación económica salga fundamentalmente
de las entidades empresariales, así como de las dos administraciones:
municipios y comunidad autónoma”.[6] Un plan como este, no sólo da cohesión a los
colectivos afines que transitan por los campamentos, sino que aporta una
continuidad en la lucha y una confrontación directa con las empresas capitalistas.
Pero, como señalábamos al principio, la
bestia capitalista no entiende de necesidades humanas, ni su lógica de
acumulación le deja margen para negociar situaciones intermedias. Es una
realidad, que si hemos de ser coherentes, especialmente si los que están siendo
desposeídos de bienes y derechos no lo entienden, y no se incorporan a la lucha,
hay que recordarles que todos tenemos un futuro muy negro. Es decir, en
esta coyuntura del sistema, aquí si que tiene sentido el grito del Campamento:
“adelante en la lucha y que se extiendan las acampadas por toda Extremadura”, pero
hasta el arrasamiento final del capitalismo. Un grito que ha de manifestar el
doble descontento: con la situación actual, pero tambien con el sistema que la
provoca, ya que sus sentimientos de avaricia y rapiña le llevarán irremisiblemente
a aplicar condiciones mucho más duras contra la dignidad humana.
O lucha por la dignidad o mendicidad, no
queda otra alternativa.
28 febrero del 2013
[1] El secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda
(Gestha), José María Mollinedo, ha admitido que algunos políticos no han
cumplido con sus obligaciones fiscales. También ha
alertado de que el 70% de la evasión de impuestos está concentrada en grandes
compañías. En
[2] Beppe Grillo también aleccionó a los periodistas: “Vosotros,
informadores, asumid vuestra responsabilidad. Habéis permitido la
desintegración de nuestro”. En
[3] Algunos miembros de la Plataforma contra los Desahucios manifestaron que
perseguirían aquellos diputados y senadores que votasen en contra de la ILP por la dación.
[4] Beppe Grillo. “¿Por qué trabajar tantas horas? Hay que pensar en
los últimos (de la sociedad), asegurar un sueldo mínimo de ciudadanía”. En
[5] El Campamento Dignidad se ofrece como “punto de encuentro para
las mareas de protesta que defienden el empleo, la vivienda, los servicios
públicos, la cooperación, los derechos sociales, las libertades civiles y la
sostenibilidad medioambiental”. En http://acampadamerida.blogspot.com.es/
[6] Los detalles del PILI pueden leerse en José Iglesias Fernández.
“15-M, RBis y un Plan Integral de Lucha Inmediata contra el capitalismo”. En Sobre la Iniciativa Legislativa
Popular en Extremadura. Cuadernos renta básica nº 11, Junio 2012.
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