2 de marzo de 2013

Arrasar con el capitalismo, la única salvación para mantener la dignidad humana (Jose Iglesias y Manolo Sáez)

Arrasar con el capitalismo, la única salvación para mantener la dignidad humana. Guía sobre aliados posibles y  enemigos seguros
José Iglesias Fernández y Manolo Sáez Bayona  - Gentes de Baladre    

No somos solo protesta, sino también ideas. Beppe Grillo

Por no haber arrasado con el modelo esclavista de sociedad, todavía mucha gente padece esclavitud en el mundo. Por no haber arrasado con el feudalismo, todavía quedan amplios espacios de trabajo servil. Y si no arrasamos pronto con el capitalismo, la dignidad de la persona ya está amenazada de acabar en los estercoleros humanos que dispone el sistema. Porque el capitalismo es barbarie. La avaricia, la rapiña, el saqueo, el desfalco, el engaño, la desposesión cuando no el robo descarado, son sus mejores <<virtudes>>. Porque si mencionásemos sus defectos habría que decir que son los de una bestia con entrañas, pero insaciables, con sentimientos, pero destructivos. Se impone demoler la bestia capitalista, o será ella la que nos devore sin miramientos.  

Estas cualidades bestiales del sistema nos llevan a preguntar: ¿cómo puede ser que menos de 500 familias, incluida alguna real y coronada, puedan ellas solas arruinar el bienestar de las 44 millones de personas que vivimos en el territorio español? Casi 25 personas de cada cien son pobres, unos seis millones son parados, numerosos EREs con despidos anunciados masivos, la mitad de la juventud sin empleo puede ir pensando en seguir viviendo de los padres convertidos algunos en pensionistas, desahucios diarios y suicidios (asesinatos provocados por el capital) como consecuencia de la desesperación. La precariedad de vida campea amenazante sobre toda la población.

Son muchos los que viven del capitalismo: no sólo los empresarios y banqueros, sino que muchas otras personas y ONGs <<profesionalizadas>> están sumisamente a las órdenes de las exigencias del mismo. Por lo que, tanto si estudias o trabajas, eres hombre o mujer, joven o anciano, blanco o negro, nativo o inmigrante, funcionario (personal sanitario, educativo, administrativo) o miembro de la población no activa, en cualquiera de estas condiciones, desconfía del que sea de profesión policía, juez, carcelero, militar, político [1] (ministros, diputados, senadores, alcaldes), tertuliano [2] (prensa, radio, TV), asesores del tipo <<felipe, aznar, rajoy, corinna>>, y otros de la misma fauna y rebaño, que como persona que las padeces, conozcas. Es momento de decidir quienes son aliados y quienes enemigos, y actuar en consecuencia.[3]    

Por tanto, contra el capitalismo y sus ganapanes solo nos queda luchar hasta su destrucción final. Los Campamentos Dignidad en Extremadura, así como en otros lugares del país que irán apareciendo, son una forma más de expresar nuestra rabiosa intención de acabar con él y con ellos. De aquí que haya que apoyar a los Campamentos Dignidad incondicionalmente, también pensando que es una manera de participar en la misma rabia y lucha, dado que frecuentemente la distancia impide la presencia física en los mismos. Lo que se reivindica en estos Campamentos Dignidad es lo mínimo que cualquier sociedad, por serlo, ha de responder: empleo asalariado permanente y ayudas sociales para aquellas personas con contingencias que la imposibilitan a mantener un mínimo de bienestar decente, un mínimo de dignidad humana. Más concretamente, los Campamentos Dignidad reclaman que la Administración cree suficientes empleos públicos para luchar contra el paro, la Renta Básica para combatir la pobreza,[4] así como otras varias carencias que padecen otros colectivos en la comunidad extremeña.[5]
   
Ahora bien, los Campamentos Dignidad tendrían que ser ámbitos desde donde se diese impulso a planes de lucha conjunta contra las empresas capitalistas; el capital no puede quedar exento. Un ejemplo podría ser el llamado Plan Integral de Lucha Inmediata (PILI), en el que se da prioridad a la reivindicación conjunta de temas como el agua, el gas, la electricidad, el transporte, la vivienda, la alimentación y la exención temporal del pago de los impuestos municipales. Los servicios gratuitos que se reivindican en estos planes para los colectivos en riesgo de pobreza “conllevan la exigencia de que la aportación económica salga fundamentalmente de las entidades empresariales, así como de las dos administraciones: municipios y comunidad autónoma”.[6] Un plan como este, no sólo da cohesión a los colectivos afines que transitan por los campamentos, sino que aporta una continuidad en la lucha y una confrontación directa con las empresas capitalistas.

Pero, como señalábamos al principio, la bestia capitalista no entiende de necesidades humanas, ni su lógica de acumulación le deja margen para negociar situaciones intermedias. Es una realidad, que si hemos de ser coherentes, especialmente si los que están siendo desposeídos de bienes y derechos no lo entienden, y no se incorporan a la lucha, hay que recordarles que todos tenemos un futuro muy negro. Es decir, en esta coyuntura del sistema, aquí si que tiene sentido el grito del Campamento: “adelante en la lucha y que se extiendan las acampadas por toda Extremadura”, pero hasta el arrasamiento final del capitalismo. Un grito que ha de manifestar el doble descontento: con la situación actual, pero tambien con el sistema que la provoca, ya que sus sentimientos de avaricia y rapiña le llevarán irremisiblemente a aplicar condiciones mucho más duras contra la dignidad humana.

O lucha por la dignidad o mendicidad, no queda otra alternativa.


28 febrero del 2013
                      

[1] El secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, ha admitido que algunos políticos no han cumplido con sus obligaciones fiscales. También ha alertado de que el 70% de la evasión de impuestos está concentrada en grandes compañías. En
[2] Beppe Grillo también aleccionó a los periodistas: “Vosotros, informadores, asumid vuestra responsabilidad. Habéis permitido la desintegración de nuestro”. En
[3] Algunos miembros de la Plataforma contra los Desahucios manifestaron que perseguirían aquellos diputados y senadores que votasen en contra de la ILP por la dación.
[4] Beppe Grillo. “¿Por qué trabajar tantas horas? Hay que pensar en los últimos (de la sociedad), asegurar un sueldo mínimo de ciudadanía”. En
[5] El Campamento Dignidad se ofrece como “punto de encuentro para las mareas de protesta que defienden el empleo, la vivienda, los servicios públicos, la cooperación, los derechos sociales, las libertades civiles y la sostenibilidad medioambiental”. En http://acampadamerida.blogspot.com.es/ 
[6] Los detalles del PILI pueden leerse en José Iglesias Fernández. “15-M, RBis y un Plan Integral de Lucha Inmediata contra el capitalismo”. En Sobre la Iniciativa Legislativa Popular en Extremadura. Cuadernos renta básica nº 11, Junio 2012.

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