10 de abril de 2011

Desobedientes "como el viento de poniente"

 
De niño no me gustaban
los libros ni las sotanas
ni salir en procesión
era tan desobediente
como el viento de poniente
revoltoso y juguetón
En vez de mirar al cielo
me puse a medir el suelo
que me tocaba de andar
y nunca seguí al rebaño
porque ni el pastor ni el amo
eran gentes de fiar
Empecé haciendo carrera
por atajos y vereas
muy estrechas, para mí
y decían mis vecinos
que llevaba mal camino
apartado del redil
Siempre fui esa oveja negra
que supo esquivar las piedras
que le tiraban a dar
y entre más pasan los años
más me aparto del rebaño
porque no sé a dónde va
Como aquel que calla otorga
y aunque la ignorancia es sorda
pude levantar la voz
más fuerte que los ladridos
de los perros consentidos
y que la voz del pastor
El  Cabrero
 

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