12 de febrero de 2013

Haciendo contrapoder: Julio Anguita, Víctor Ríos y Juan Carlos Monedero

                                       

                                                      
Javi Álvarez - laRepúblicaCultural.es

Julio Anguita es el terco ejemplo de un político honesto, con ideas y con programa, de esos pocos que no se doblan ante el poder. Su obstinación se empeña en demostrarnos que es necesario cambiar las cosas. Hay una manera de salir de esta crisis, para ello es preciso abandonar el capitalismo y que las personas -los ciudadanos- estén por encima de los intereses económicos de una minoría. Nadie dice que sea un camino sencillo, pero es el que nos toca por pura conciencia, por deber, por responsabilidad. No es extraño que cada vez que se organiza un acto en el que Anguita interviene la sala reservada se quede pequeña. Así ocurrió con el teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes en el acto público del Frente Cívico Somos Mayoría, porque mayoría somo los que padecemos y es hora de convertir nuestra indignación en rebeldía.

Dijo Juan Carlos Monedero en su turno de palabra que vivimos un tiempo en el que los canallas están envalentonados y los honrados perplejos, así que tenemos que ser desobedientes y atrevidos. Frente a esa España perpleja pero honesta hay otra a la que se le llena la boca con su españolidad, pero que tiene sus cuentas en Suiza. Después nos advirtió de la manipulación que realizan los medios de comunicación, los supuestos detentadores de la verdad, y nos fue describiendo la situación que tenemos en nuestro país. Esta crisis nos obliga a trabajar para que se mantengan los privilegios de una minoría, para que entre todos paguemos el bienestar de los otros. Habló de la Transición como ese mal acuerdo que sirvió para que España se acostara franquista y se levantara demócrata. Le gustaría que se reconociera como primer paso que entonces no se hizo mucho más de lo que se pudo, porque lo cierto es que seguimos bajo el mismo poder de la mafias territoriales y la iglesia católica. Para salir de aquí, advirtió Monedero, no bastan las ideas, es necesario liderazgos, programas y estructuras. Debemos rebajar la incertidumbre de la ciudadanía para que entienda la alternativa, organizar nuestras convergencias y atrevernos a experimentar con ideas que nos emancipen. Conocemos el modelo que impone el poder, así que hay que lanzar el nuestro, porque nadie puede tomar decisiones por nosotros. Es mucha la tarea, pero Monedero está decidido a hacer su parte.

                                       

 Víctor Ríos explicó que el Frente Cívico Somos Mayoría quiere estar con las personas, trabajando y luchando por los de abajo y con los de abajo. La aspiración del Frente es que la mayoría social se reconozca como tal para convertirse en un contrapoder ciudadano sin complejos y abierto. Confesó que se sumó a la propuesta al saber que la convocaba Julio Anguita, porque para él es una garantía de honestidad, consistencia y sentido común. Preguntó si queremos vivir o que nos vivan. Si elegimos la repuesta primera está en nuestra mano acabar con este régimen y que no se perpetúe transvestido. No debemos dejar que sean otros los que vengan a cambiarlo para que nada varíe. Ante la situación actual no podemos seguir aislados, tenemos que juntarnos para formarnos, informarnos y actuar. Hay que reflexionar, argumentar para desmontar la demagogia reinante y divulgar las ideas.

                                    

Julio Anguita dijo que quería hablar de los hechos pequeños, aparentemente insignificantes, pero que forman la red sobre la que se asienta la sociedad. Él y muchos como él que se han unido al Frente Cívico tienen la vida más o menos resuelta, se podrían haber quedado en casa, pero no lo han hecho ni lo van a hacer. Se han costeado sus billetes y se han molestado en ocupar el tiempo de un fin de semana para reunirse pensando en los demás. Ese es un pequeño hecho. Nos encontramos frente al fracaso del régimen de la Transición y a una crisis de civilización. La pregunta fundamental nos la hizo a los que allí estábamos: ¿qué vais a hacer cuando se acabe la euforia del acto y los aplausos hayan pasado, cuando cada uno haya vuelto a su casa, mañana al levantaros? Ese es el verdadero desafío.

El Frente Cívico Somos Mayoría se ha constituido en torno a siete cartas que marcan las líneas de actuación. Son puntos de vista con los que trabajar, que hay que seguir limando hasta poner a punto. El 98% tenemos problemas, pero no estamos unidos, votamos cosas distintas y tenemos valores diferentes. Esa es la mayoría plural con la que tenemos que trabajar. Cuando conseguimos un éxito de convocatoria creemos que hemos cambiado las cosas, pero en realidad no habremos conseguido nada hasta que la mayoría esté en la calle y no sentados en sus casas. Duele, pero no cambiaremos este país hasta que una parte importante de la base que vota al PP se pase con nosotros. Tendremos que intentar negarnos, que dejar nuestros símbolos y construir juntos la solución con el trabajo duro del día a día. ¿Cómo vamos a conseguir unir a esa mayoría? A través del mal que nos afecta a todos, aquello que nos une. A eso, Anguita lo llama programa, el programa de lo inmediato, de lo concreto, de lo que necesita una intervención urgente. Porque si mañana empezamos a tomar medidas que van creciendo ya veremos como sigue. El Frente Cívico Somos Mayoría ha encontrado diez puntos sencillos. No será difícil que la gente los acepte pues son de sentido común. Cuando estemos de acuerdo habrá que pelear, es decir, tendremos que llevar con persuasión a la gente hacia la política. Uno de esos puntos dice que el salario mínimo deben ser 1.000€; para conseguirlo no hace falta más que una reforma fiscal. A las pequeñas empresas no les llega el crédito; se podría resolver haciendo una Banca Pública. En los 90 se desarticuló la industria y la agricultura, cerramos las fábricas y dejamos de cultivar los campos pensando que íbamos a ser un país de negocios; si de la mano del sector privado no se garantizan las necesidades de la sociedad tendremos que nacionalizar los sectores estratégicos. Esa es la labor didáctica y pedagógica a realizar, la que va desde lo concreto hasta lo abstracto, la de pizarra y tiza. Es necesario tener la paciencia de ir sacando estas ideas por su propio peso, desde los sentimientos, para que cada uno asuma su responsabilidad, que sepa que sabe.

El Frente Cívico no quiere ser un partido político sino un contrapoder. Nos equivocaremos si lo que buscamos es el gobierno. Estamos frente al poder porque es el poder (la banca, las multinacionales, los medios de comunicación, las grandes familias…) el que está detrás del gobierno. El gobierno no es otra cosa que el capataz que cuida los intereses de los poderosos. El poder vive a base de trampear con su propia ley, porque no soporta su legalidad. Si el poder es violencia institucionalizada y legal, nosotros nos convertiremos en la exhibición de una fuerza tranquila, serena y paciente. Hay que ocupar la calle, llamar a las consciencias y construir ese mayoría tan plural con la que enfrentarse al poder: a Botín, a Francisco González, a la banca alemana…

El contrapoder se tiene que plantear en un momento determinado la desobediencia. Pero cuando la mayoría desobedece, la ley está muerta. Subversión, contagio y combate para cambiar, pues aunque el capitalismo está herido de muerte no vamos a esperar que caiga, hay que derrumbarlo y mientras empezar a dar forma al modelo alternativo. Debemos construir y destruir de manera simultánea, creando, en lugar de los muchos “Yo” de hoy, el “Nosotros” como sujeto colectivo que transcienda a la individualidad. El Frente Cívico Somos Mayoría es una organización muy horizontal, pero no del todo porque el poder es vertical. Somos anormales, pero queremos que este país tenga un número inmenso de anormales, que luchan de otra manera por una sociedad para todos.

¿Con qué empezamos a trabajar? Con el cumplimiento de los treinta artículos de los Derechos Humanos y de la carta de la Tierra. Nosotros seremos honestos en la vida cotidiana, sin coartadas. Cada uno hará su parte para unirnos a los demás por el programa, lo concreto, lo inmediato, lo pequeño. Luego llegarán los compromisos. Vendrá la justicia, la democracia, la ética y la cultura como fenómeno dinamizador democrático de la sociedad.

Tras la intervención de Julio Anguita se mostró una animación audiovisual de Juan Hervás que recoge los diez puntos del Frente Cívico Somos Mayoría. A continuación se abrió un turno de palabra en el que el público expuso sus ideas y lanzó preguntas a la mesa. El acto se cerró con un pequeño concierto de Rojo Cancionero, el duo formado por Gabriel Ortega y Salvador Amor.


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