15 de febrero: Apagón general y cacerolada contra la subida de la luz

                                

El día 15 de febrero, uniones de consumidores, asociaciones de vecinos, organizaciones ecologistas y movimientos sociales diversos están convocando un APAGÖN GENERAL en protesta contra la abusiva subida del recibo de la luz y de las tarifas eléctricas en general (más del 10%). El gobierno, en una situacion de crisis con 5 millones de personas en paro y la inmensa mayoría con trabajos precarios y salarios congelados, ha autorizado este incremento brutal a mayor gloria de las compañías eléctricas que, encima, presumen de beneficios multimillonarios.

Como ha recordado el movimiento vecinal, estas desproporcionadas subidas aplicadas a la tarifa de la luz vienen a sumarse a otras anteriores, que han supuesto en los dos últimos años un encarecimiento del 31%, muy por encima del IPC y de la actualización de los salarios. Además, se da la circunstancia de que las economías domésticas consumen el 48% de la electricidad y pagan el 75% del total facturado.

Nos sumamos al movimiento vecinal y consumerista en su exigencia de que el Estado garantice "el control público del mercado de la electricidad, de manera que las tarifas incorporen criterios de progresividad que obliguen a pagar más a quien más consume, y se controle el incremento del coste del consumo doméstico básico de forma que en ningún caso supere el IPC".

El apagón empezará a las 22:00 horas del día 15 de febrero, martes, en todo el país y se pretende que dure al menos 5 minutos. Desde La Trastienda apoyamos la movilización y convocamos, junto a otros colectivos de Mérida, una Concentración en la Plaza Gabriel y Galán (Barriada del Polígono Nueva Ciudad).

Llamamos a todos los vecinos y vecinas de este barrio y de todo Mérida a apagar la luz y a bajar a la Plaza Gabriel y Galán con cacerolas y pucheros. No podemos seguir encogidos y escondidos en casa mientras el Gobierno y las grandes empresas abusan de todos nosotros, nos dejan sin trabajo, recortan los derechos sociales, reducen los salarios y suben los precios.

Hay que pasar del cabreo a los hechos.