25 de noviembre de 2012

Entrevista a Julio Anguita

Yo creo en el principio de la renta básica a otros ampliados… El ser humano, por el hecho de serlo, tiene que tener garantizado esto. Es impensable desde los parámetros actuales, pero llegará. Si hace usted algo más, tendrá garantizado más.

DK: Está muy bien garantizar una salario mínimo, pero hoy la vergüenza hace que se fije el máximo.
JA: Eso va de suyo. Es que es indecente. Cuando alguien dice que gana no sé  cuántos millones, es que es inmoral. Es que usted no los gana,  porque no y punto. Hay cosas que no se pueden discutir.
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DK: Usted ha apoyado las acciones que impulsó el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, los saqueos a los supermercados. ¿Dónde se le ocurre que habría que ir a saquear para saciar el hambre cultural?
JA: Primeramente saquear los mercados, porque para poder saquear lo otro hay que comer. Primum vivere deinde philosophari. A ver, no sé si yo he dado una impresión de que me desentiendo de estas cosas, pero si no hay ser humano que coma no hay libertad. Yo tuve un suegro que era el anarquismo viviente. Los dirigentes anarquistas de la provincia de Córdoba eran todos, casi todos, pequeños propietarios. Es decir, comían todos los días. Se llamaban jarruqueros, que eran los que trabajaban para el señorito, pero tenían su propia parcela con la cual vivían y con lo que ganaba con el señorito, pues, vivían mejor . Eso le permitía a mi suegro ir al Ateneo Libertario, haber estudiado violín…Comía y eso es muy importante. Y yo he defendido a Sánchez Gordillo porque sobre todo ha marcado una señal cuando la televisión, precisamente, había puesto unos días antes cómo la gente se peleaba en las puertas falsas de los supermercados por coger los restos. Eso no escandaliza a nadie, parece ser. Y además, ya hace falta que a la gente se le meta un zamarreo. Hay que decir algo, hombre, porque estamos tragando, yo no entiendo la cantidad de cosas que estamos tragando… Bueno, qué pasa con el yerno del rey, lo que está pasando con Botín, con los indultos que dan los gobiernos del PSOE y del PP, con los escándalos económicos, con esos aeropuertos, ¿esto qué es? Si esto es el desmadre, si esto es para abrir el presidio de Sing Sing… Y lo vemos como algo natural.

DK: ¿Y usted cree que la crisis es pedagogía? 
JA: Sí, la crisis es pedagogía para decirle a la gente después de muchos años… Me ha pasado hace un momento: “Oiga, usted, le leí una cosa que publicó en el año 96, ¿usted es profeta?”. No, lo que pasa es que tuve el mejor equipo económico que hubo en España, empezando por Martín Seco, por varios catedráticos de universidad,  por inspectores de Hacienda, por inspectores del Banco de España, eran noventa y pico. Y todo el discurso sobre el euro y sobre lo de Maastricht, entonces se estudiaba, y con haber leído un poquito se sabía que iba a pasar esto. No hace falta quedarse en trance y que la divinidad te ilumine. Porque si viéramos las razones que daban los políticos del PP y del PSOE y los otros, los de “Conveniencia” i Unio, las razones que daban para defender Maastricht y la Unión Europea, decías, ¿pero estos son niños? No daban ninguna económica. Yo he terminado de poner verde a Maastricht con números, me he bajado de la tribuna y me ido, cuando fumaba, a dar un paseo fumando por lo que llaman la M-30, el pasillo, y se me han acercado dos diputados del PP y me han dicho “Llevas razón, Julio, pero en esto hay que decir que sí”. Esto me ha pasado a mí, y yo les dije, “¿Por qué no lo decís allí, en la tribuna?” Y al coordinador del área de política económica, Salvador Llobet, se le acerca Pepe Borrell en el aeropuerto del Prat y le suelta: “Lleváis razón con la posición ante Maastricht, pero es que no se puede decir”. Esto pasa así todos los días. No creáis que cuando van a la tribuna dicen lo que piensan, salvo algunos pocos, claro y así les va. Si aquello era un bodrio. Felipe González el día 15 de mayo escribe en El País que al construir la moneda económica se olvidaron cosas y enumera las cinco cosas que dije yo en el debate del 94. ¿De dónde venían esas cinco cosas? Pues venían del Círculo de Empresarios de Madrid. ¡Lo estaban diciendo! ¿Es que Felipe González o su gabinete no lo habían leído?

La entrevista completa se puede leer aquí:

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