Extraído del diario Hoy (J. López-Lago y C. Núñez)
En Cáceres la manifestación fue un éxito que desbordó a
los más optimistas. En Badajoz también, por lo que sumando estas dos
convocatorias más las concentraciones espontáneas surgidas en Mérida y
Plasencia no es exagerado afirmar que ayer por la tarde, a más de
treinta grados, las principales poblaciones extremeñas ardieron de
indignación contra las últimas medidas del gobierno popular de Rajoy.
En total salieron más de 25.000 personas a la calle para expresarse
según los sindicatos, una cifra que la Delegación del Gobierno rebajó a
13.000 (5.500 en Badajoz más 7.500 en Cáceres).
(...) Esta vez el eslogan era 'Quieren arruinar el país. Hay
que impedirlo, somos más'. Según los sindicatos, ayer marcharon en
Badajoz más de 12.000 personas, pero el agente, en comunicación con la
cabecera, que en esos momentos estaba en El Corte Inglés y también con
la Plaza de España, de donde partió la protesta y donde aún había
gente, estimó en más de 15.000 el número de manifestantes según un
rudimentario pero efectivo sistema de cálculo. «La mayoría de mis
compañeros están ahí y yo si no tuviera que trabajar también estaría»,
confesó el agente municipal.
En Cáceres
Carlos Bannik, un respetable imitador callejero de
Joaquín Sabina se vio ayer literalmente engullido por las masas. Estaba
tocando al principio de la calle San Pedro de Cáceres y no le quedó más
remedio que sumarse a las protestas. Se quitó el bombín, lo puso encima
de una bandera de UGT y gritó «No temáis por vuestros empleos» y «caña,
hay que dar caña». La gente le aplaudía y le alentaba y su voz servía
para animar el momento. La escena da cuenta del éxito de la
convocatoria de la manifestación de ayer en la capital cacereña. Ni las
altas temperaturas, ni el ambiente de vacaciones quitaron las ganas de
salir a protestar por los últimos recortes y lo que muchos consideran
un retroceso irreversible del estado de bienestar.
«No es país para jóvenes», «Queremos Navidades, no a los
recortes» o «Yo quiero más recortes de vividores» fueron algunas de las
consignas que pudieron leerse en las pancartas que salpicaron la masiva
manifestación de Cáceres. Lleno total en un acto que comenzó a las
20.30 horas con calor asfixiante en la Cruz de los Caídos y terminó
hacia las 22.30 con un refrescante aire nocturno. Alrededor de 15.000
personas llegaron hasta la Plaza Mayor, que presentaba una estampa
inédita, comparable al más concurrido de los festivales Womad.
Algunos agentes policiales parecían desconcertados a pie
de calle para dar una cifra sobre los asistentes, pero la plaza, de
5.000 metros cuadrados, puede albergar a unas 15.000 almas, a tres por
metro cuadrado. Cuando la cabecera de la manifestación se adentraba en
este recinto, todavía quedaban miles de manifestantes en Cánovas.
Los asistentes se agruparon por sectores y sindicatos.
Comisiones Obreras, UGT, CSI-F y los sindicatos policiales estaban en
los primeros puestos de la protesta bajo una verdadera marea de
banderitas con sus logotipos. Hacia el final, un ambiente algo más
espontáneo, de ciudadanos sin carné. Se veían banderas anarquistas y
también alguna republicana en ese punto de la manifestación, secundada
por muchos funcionarios.
Cierta atmósfera revolucionaria se respiraba en la Plaza
Mayor, donde sonaba 'Clandestino' de Manu Chao y el célebre son
'Comandante Che Guevara' de Carlos Puebla.
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