Detener los desahucios, conseguir la renta básica y obtener ayudas para las familias sin ingresos. Estas son algunas de las peticiones que harán los ciudadanos que se congreguen esta noche en la barriada de Bellavista en una reunión auspiciada por el Colectivo La Trastienda.
La asamblea se celebrará a las 21.00 horas en la Plaza María Zambrano. Además de los ciudadanos y los miembros de este colectivo ciudadano, a ella asistirá un representante del colectivo de desahucios de la Barriada Suerte de Saavedra de Badajoz. Para difundir esta convocatoria se han repartido por toda la barriada unos pasquines informando de la misma, por los portales de las viviendas, por las tiendas, por la calle. Pidiendo a todos los vecinos que apoyen con su presencia.
A esta cita no faltarán, cómo no, vecinos de Bellavista. Algunos de ellos han recibido una carta con orden de desahucio. Aseguran que no saben cómo hacer frente a los pagos de las facturas que les llegan a casa cada mes.
Es el caso de Agustín Salazar. Vive de alquiler en un piso de protección oficial de la avenida Eugenio Hermoso. Actualmente se encuentra en situación de desempleo y va a ser padre dentro de poco. Aunque ha trabajado en trabajos tan diferentes como peón de albañil, alicatador, pintor de edificios y peluquero, está en paro desde hace unos cuatro años. Cobró hace tiempo la prestación por desempleo pero, una vez finalizada, ya no ha vuelto a tener más ingresos. Asegura que para poder comer a diario recibe la ayuda que le presta su hermana.
Hace poco recibió un par de cartas con orden de desahucio porque no paga los 28 euros al mes que le cuesta el alquiler de su vivienda. La resolución le ha llegado por la imposibilidad de abonar un total de 1.317 euros de deuda. «Yo creo que esa no es una cantidad tan grande como para que me envíen una carta de desahucio. Porque yo en ningún momento me he negado a pagar, sino que no puedo hacerlo porque no tengo», explica, a lo que añade que ha puesto el caso en manos de abogados para ver si pueden paralizar el proceso hasta que pueda pagar lo que debe a la administración regional. «Tengo miedo de que yo sea uno de los próximos desahuciados». Y como tal, no duda en afirmar que estará presente en la asamblea que se celebrará hoy en la plaza de Bellavista.
María del Mar Jiménez está en similares circunstancias. Esta mujer de 37 años, vecina de Bellavista, tiene cinco hijos, un nieto de corta edad y otro que está a punto de nacer, si no ha nacido ya, además de dos yernos. Y a todos los tiene que mantener.
Dice que ya no sabe qué hacer, porque ha pedido ayuda a todas las instituciones y nadie le auxilia. «Se niegan a ayudarme».
Por no poder hacer frente al pago de dos recibos del agua, un total de 151 euros, le han cortado el suministro en su vivienda. Y como la necesita, no se avergüenza de decir que cuando cae la noche baja de su casa con varias bombonas para llenarlas en la fuente de una de las plazas de la barriada. «Yo sé de vecinos que deben cinco, seis e incluso siete recibos y no se la han cortado. Yo no me niego a pagar ese dinero, pero tendrán que esperar a que llegue el día 10, que es cuando cobro una paga por violencia de género, mi único ingreso». Afirma que, si hace falta, se irá puerta por puerta para pedir, aunque sea un céntimo en cada casa, y poder pagar el agua.
Confirma que, por supuesto, también estará presente en la asamblea de su barrio y dice que pedirá a los responsables que allí se presenten que se desahucie a los que puedan pagar y no lo hagan, pero no a los que no tengan dinero. «Porque yo, cuando se me acabe la paga por violencia de género, ¿de dónde voy a sacar el dinero para pagar el piso, las facturas y para dar de comer a mis hijos y nietos?».
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